El lead se informa de nuestros perfiles sociales antes de cerrar el trato.

Esta es una gran verdad, nuestros leads se informan de quién somos y qué hacemos. Más allá de nuestras aptitudes profesionales, más bien están interesados en nuestras actitudes.

Nuestro perfil, qué duda cabe, debe estar bien trabajado en Linkedin, contar con un perfil profesional de alto impacto nos será de gran ayuda, pero una vez que nos hemos presentado en Linkedin, tenemos también otros perfiles abiertos en otras redes sociales en las que no aparecemos precisamente con nuestra presencia más profesional.

Los perfiles con poder de decisión en las compañías actualmente son muy hetereogéneos, de diferente sexo, ideología política, modo de ver la vida y preferencia por una red u otra... y todos conectados. Es necesario hacer una revisión de qué contenidos tenemos visibles en nuestros perfiles personales en otras redes y preguntarnos a nosotros mismos si hay material susceptible de jugar en nuestra contra, debemos ser conscientes cómo las redes sociales nos desnudan ante el prójimo, es obvio pero no por ello menos importante volver a subrayar que las opiniones personales, si estás en búsqueda activa de trabajo, o si tienes un cargo directivo en una empresa, serán un condicional cuando estés en disposición de cerrar un trato.

Cualquiera puede divertirse, mostrarse y expresar sus opiniones como mejor le parezca, faltaría más, pero las consecuencias que las mismas puedan traerte son una realidad, quedan escritas, presentes y permanentes en tu muro y a la vista de quien quiera saber más de tí.

Debes tenerlo en cuenta.

Como nos compartía Neus Arqués (referente en Personal Branding) en este cuadro, hay que entender el lenguaje de cada red social:

Aquí te dejo también un par de artículos muy interesantes que te ayudarán a ampliar mis recomendaciones:

• El 70% de los responsables de selección investigan en los perfiles de los usuarios.
• ¿Qué hacer para evitar que tu perfil en las redes sea un obstáculo?

Nos vemos en el próximo post!